miércoles, 6 de julio de 2016

Compartido III: Mensaje Enviado.


- No sé cómo empezar(te), nunca lo he sabido, 
siempre termino en la forma más tonta de cortejarte. 
Llámalo torpeza, a veces camino con los pies torcidos, 
siempre propenso tropezar, 
como quien baila sólo con los izquierdos.
Otras veces le doy demasiado a la lengua, pero no de la 
forma que piensas, aunque de esa manera también te gusta.
No sé si por parar de escribir(nos) perdimos nuestra definición. 
Tampoco sé dónde habrá quedado el espíritu
 aventurero de explorar(nos) los sentimientos. 
O si lo dejamos de sentir por culpa del sentido común.
En fin, podría ser solo un juego de palabras.
Rob F.

- No sé cómo empezar(nos), la verdad es que nunca lo he sabido, 
quizás si quiera lo habría intentado. 
Pero lo hiciste, y lo hicimos. 
Y ahora estamos aquí, a veces sin saber muy bien qué hacer. 
Supongo que así es el amor, que así es cuando se quiere
y al mismo tiempo se tiene miedo.
Creo que exigir no se me da, 
he pedido unas cuantas cosas, a ti, 
pero sólo es porque no quiero perder(nos) en el vaivén del día a día 
sin recordarnos porqué estamos aquí. 
Quizás no debería hacerlo, quizás no es sano. 
Pero tampoco sería sano dejarnos pasar así, 
sin escribirnos, sin darnos canciones, 
sin desearnos por las noches, sin recordarnos porqué estamos aquí, 
sin decirnos porqué queremos seguir.
A menudo las parejas se pierden por descuido. 
Y yo quiero cuidarte, siempre.

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